miércoles, 7 de octubre de 2009

Le dieu que j´envie

¿Qué orden sigue la rutina del salto infinito a las estrellas?
¿Dónde se encuentra la llave del nudo de una muerte temprana?
¿Cuándo se produjo la sonrisa de un niño triste?
¿Cómo puedes decirme que el cielo que contemplo no es azul?
¿Por qué tu mirada rodea con cuerdas mi áspera cintura de paja?

El día de navidad había pasado a ser demasiado oscuro después de la enorme nevarada.
Un camión cargado de ilusiones cumplidas cae por un barranco de piedras verdes.
El alma inexistente tiene como base el vacío post-existencial de la verdad absoluta.
Un perro ladra sobre mis pies de helado derretido.
Cruzando la calle acecha el duende de alas ligeras.
Trabado en un laberinto sin salida aparente que se confunde con el claro contorno.
Alza la mano hacia el cielo y clama venganza contra un himno marino profundo.
Poseyendo a una voluptuosa dama que se descompone en flores aladas.
Grito en medio de una pintura de colores confusos.
Una letra da lugar a una palabra; después surge un sentimiento.
Tremenda falta de osígeno es la causa de la asfixia de un pobre existencialista que agoniza.
Situate encima de una piedra rectangular para ser capaz de ver el círculo.
Animado por el reflejo en el agua de un pequeño ser de grandes orejas que miente.
Átalo a la tierra para que se de cuenta de cual es la masa real de la Luna.
Tenemos que desafiarnos antes de poder comprender una mota de polvo.

¿Existe algún pecado sinónimo de incoherencia?

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